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China afronta los JJOO de Invierno entre la pandemia y el boicot

Este artículo fue originalmente publicado en El Economista, disponible en el siguiente enlace.

*Por Patricio Giusto

En la memoria de los chinos sigue nítido el suceso de los exitosos JJOO de Verano de Beijing de 2008, un evento que definitivamente exhibió al mundo entero el impresionante despegue económico y las capacidades de China.

Ahora, la majestuosa capital se apresta para celebrar nuevamente unos JJOO, esta vez de invierno, en lo que seguramente sea la cita deportiva más crítica de la historia china. Los JJOO de Invierno están a menos de un mes de dar inicio, rodeados de gran controversia internacional y de estrictas medidas en materia de prevención del Covid19. De hecho, los deportistas que participarán ya se encuentran aislados en una burbuja absolutamente hermética, con protocolos impactantes por su rigurosidad.

China ha apostado desde el inicio de la pandemia a una política de “Covid Cero”, que las autoridades exhiben con orgullo. Esta política ha sido muy efectiva en materia sanitaria durante la primera etapa de la pandemia, sobre todo durante 2020. Pero con el surgimiento de nuevas cepas mucho más contagiosas China ha tenido que contener reiteradamente brotes, pese a tener más del 80% de la población vacunada. A la inefectividad de las vacunas para evitar los contagios se suma el hartazgo de la ciudadanía por la severidad de las medidas y el agobio prolongado de algunos sectores económicos, más sensibles a las restricciones.

En ese sentido, no caben dudas que los JJOO serán una dura prueba para las autoridades sanitarias. El presidente Xi Jinping sabe que todo el mundo estará observando, no sólo el desempeño de los deportistas, sino los resultados de su estrategia contra la pandemia en el marco de estos JJOO. Para colmo, el espejo más reciente con el cual compararse son los JJOO de verano celebrados en Japón el año pasado.

2022 será un año sumamente sensible para el Partido Comunista Chino, ya que Xi será confirmado en octubre para un inédito tercer mandato consecutivo. Por ello, no hay margen para errores ni para claudicaciones. Así, lo más probable es que China insista en sostener la política de “Covid 0”, a pesar de los enormes riesgos que ello conlleva. De hecho, el prestigioso Eurasia Group sorprendió al ubicar al tope de su tabla anual de riesgos geopolíticos para este año a la continuidad de la estricta política sanitaria de China.

EE.UU., que ya había politizado la pandemia durante la era de Donald Trump, ahora también politiza el deporte de la mano de Joe Biden, colocando a los JJOO en el epicentro del conflicto estratégico con China. Washington impulsó un boicot diplomático contra los JJOO, bajo el argumento de las supuestas violaciones de derechos humanos en Xinjiang y otras partes de China. Algunos documentos oficiales estadounidenses incluso hablan de “genocidio” para referirse a lo que sucede en Xinjiang. Sin embargo, la movida tuvo decepcionantes resultados: apenas un puñado de aliados muy cercanos se plegaron, como ser el Reino Unido y Australia. El resto de la comunidad internacional miró para otro lado.

El fallido boicot representa para Washington un sinsabor similar al que dejó la deslucida cumbre por la democracia celebrada el mes pasado. Allí hubo algunos invitados muy poco democráticos, como Pakistán, y otras ausencias resonantes y difíciles de justificar por parte de Washington, a no ser por motivaciones geopolíticas o ideológicas. Como era de esperarse, China trató de capitalizar este traspié en su favor. Beijing incluso se atrevió a burlarse de la “deficiente” democracia estadounidense a través de un documento oficial atípico por su dureza y notablemente bien fundamentado para avalar las críticas.

Los JJOO de Invierno a celebrarse el mes que viene, que debieran ser tan sólo una fiesta del deporte mundial, constituirán en paralelo un nuevo capítulo de esta puja de superpotencias. Por si faltaba algo, hasta el deporte se ha colado en la disputa entre China y EE.UU.

*Director del Observatorio Sino-Argentino. Docente del Posgrado sobre China Contemporánea de la UCA. Master of China Studies y profesor visitante de la Universidad de Zhejiang (China).