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La guerra comercial con los Estados Unidos

En el frente externo, se viene una etapa de mayor tensión entre China y los Estados Unidos. En base a una visión confusa y primitiva, Donald Trump ha lanzado una temeraria guerra comercial contra China, a contramano del mundo globalizado. Ingenuamente, Trump pretendería así resolver los problemas de su enorme déficit con China y la pérdida de competitividad de la economía estadounidense. Por el contrario, Trump va a terminar afectando a empresas y consumidores norteamericanos, aislando aún más a su país en el concierto internacional.

Si bien evitando caer en el juego de provocaciones de Trump, lo cierto es que China va a responder y luchar esta guerra “hasta el final”, como anunció el embajador chino en los EEUU. Es el gran momento de Xi elevar su perfil internacional y plantarse con firmeza frente a la actitud amenazante de los Estados Unidos. Hoy el mundo necesita un contrapeso a la prepotencia desestabilizadora de Trump y sólo China da la talla.

Sin embargo, esta guerra comercial podría derivar en una escalada de medidas y contramedidas retaliatorias, con ambas partes con mucho para perder. Asimismo, en vistas de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de los EEUU y el histórico presupuesto para defensa que acaba de firmar Trump, no hay que descartar una ulterior fase de desafío militar por parte de los EEUU a China. En esa línea, Trump purgó de su gabinete a las pocas voces moderadas que quedaban a su alrededor.

A diferencia de los EEUU, China nunca buscó disputar la hegemonía global en más de 4.000 años de historia, siendo durante varios siglos la mayor potencia mundial. En ese sentido, su ascenso reciente ha sido pacífico, basado en la apertura al comercio y la cooperación internacional. Ahora bien, ante cualquier agresión militar de los EEUU, sin dudas que China responderá. En principio, los escenarios más probables de esa hipotética confrontación serían los mares del Este y Sur de China, espacios de soberanía innegociables para el gigante comunista, cada vez más disputados.

Para concluir: La reforma impulsada por Xi y el provocador desafío estadounidense podrían acarrear complejas tensiones internas y externas para China. Y la historia enseña que, cuando las potencias tiemblan o chocan entre sí, lo sufre todo el mundo.

Patricio Giusto. Master of China Studies (Zhejiang University) y Magíster en Políticas Públicas (FLACSO). Miembro del comité de Asuntos Asiáticos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales. Docente universitario (UCA) y Director de Diagnóstico Político.