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A 40 años del establecimiento de la ZEE en Shenzhen, la Agencia Xinhua nos consulta sobre las razones de sus exitosos resultados

La siguiente nota fue originalmente en Xinhua, disponible en el siguiente enlace.

BUENOS AIRES, 14 oct (Xinhua) — La Zona Económica Especial (ZEE) de Shenzhen, ciudad de la provincia meridional china de Guangdong, simboliza el exitoso proceso de reforma y apertura de China, destacó hoy el académico argentino Patricio Giusto.

«Shenzhen es una ciudad impresionante por su nivel de desarrollo, por todas las cadenas de valor que hay integradas en esa economía. Además de ser una de las principales bolsas de valores del mundo, es la sede de los ‘headquarters’ de empresas como ZTE o Huawei, entre otras tecnológicas», dijo el director del Observatorio Sino-Argentino en una entrevista con Xinhua.

El profesor visitante en la Universidad de Zhejiang se refirió al 40º aniversario del establecimiento de la ZEE de Shenzhen y destacó el «nivel de desarrollo urbano» alcanzado, lo que convierte a la ciudad en «un lugar muy atractivo para la inversión extranjera directa, donde no solo empresas chinas, sino también del resto de Asia y del mundo, han buscado asentarse por las condiciones ideales, que quizás no existen en otro lugar de Asia, para poder prosperar, desarrollarse y, desde ahí, poder exportar».

«Era una ciudad prácticamente inexistente hace 40 años, uno de los lugares más pobres de la provincia de Guangdong y hoy no solo es la ciudad más importante, eclipsando a la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK), sino también a otras ciudades de China, como a la misma Shanghai. Shenzhen es sin dudas el símbolo más relevante del éxito del proceso de reforma y apertura, del que el presidente chino, Xi Jinping, es el gran profundizador», señaló Giusto.

El director de la consultora Diagnóstico Político explicó que el aniversario de los 40 años de la creación de la ZEE de Shenzhen «tiene un simbolismo muy especial, porque es el epicentro del modelo de reforma y apertura iniciado por Deng Xiaoping en 1978. El tiempo le dio la razón a Deng, y por eso el simbolismo del presidente Xi Jinping rindiendo tributo hoy frente a esa estatua imponente que hay en Shenzhen, frente a la RAEHK».

«Esto es importante también, porque de alguna forma demuestra que la China continental no solo pudo equiparar el modelo de economía abierta que todo el tiempo eclipsaba desde la RAEHK, sino que la ha superado. Hoy Shenzhen es mucho más importante que la RAEHK, no solamente en lo que respecta a la Gran China, sino a nivel de Asia», remarcó el experto.

Tras cuatro décadas de rápido desarrollo, Shenzhen se ubica ahora en el quinto lugar entre las ciudades asiáticas en términos del producto interno bruto (PIB), el cual subió a un ritmo anual del 20,7 por ciento hasta llegar a 2,7 billones de yuanes (unos 400.100 millones de dólares) en 2019, frente los 270 millones de yuanes registrados en 1980.

Giusto señaló que «lo que se ha demostrado en Shenzhen con su modelo de desarrollo es que puede haber un lugar donde se generan condiciones óptimas de competitividad entre los distintos actores económicos, donde se favorece con incentivos desde el Estado el desarrollo y la innovación tecnológica, junto con condiciones de vida que son también óptimas para la población del lugar».

«Estos son los pilares del modelo chino, que integra las prácticas del libre mercado, la apertura económica, el fomento de la inversión extranjera y las exportaciones, en equilibrio con un rol del Estado que está muy presente y hace lo que tiene que hacer: favorecer, cuidar que haya libre competencia y garantizar condiciones de vida saludables para la población, con buenos servicios públicos, con buena integración entre lo urbano y lo rural, con un modelo de desarrollo sustentable», destacó el entrevistado.

El analista recordó que Shenzhen ha estado en el epicentro del proceso de reforma y apertura, lo que permitió un despegue impresionante, dejando de ser una economía muy precarizada, de manufacturas baratas y de ensamblaje, para convertirse en un polo de innovación que no tiene nada que envidiarle a Sillicon Valley, y tampoco tiene nada que envidiarle a los principales centros financieros del mundo en cuanto a las transacciones de la bolsa de comercio y de valores.

«Por hacerse desde la nada, no caben dudas de que Shenzhen es un símbolo impresionante, quizás el más representativo, del proceso de reforma y apertura en estos 40 años de éxito», resumió el académico argentino.

Giusto destacó el reciente plan que China emitió a fin de implementar reformas piloto en Shenzhen para convertirla en un área de demostración de socialismo con peculiaridades chinas en los próximos cinco años y aseguró que ello servirá para profundizar en los distintos planos del desarrollo económico las potencialidades que tiene el área.

«Consiste en optimizar el entorno de negocios, mejorar las facilidades que hay en el espacio urbano, favorecer la captación de talentos extranjeros y del resto de la China continental que vengan a asentarse a Shenzhen, y una impresionante mejora planeada en el suministro energético, de telecomunicaciones, de transporte y de servicios educativos», repasó el experto.

La idea es que Shenzhen, que ya es un faro, quizás el faro indiscutible del proceso de reforma y apertura, y del desarrollo económico chino, se convierta también en una ciudad faro a escala global. Es una meta ambiciosa, pero si uno ve la trayectoria que ha tenido la ciudad en los últimos años, es previsible que ello pueda ser así, valoró el profesor universitario.

Giusto destacó que la de este miércoles fue la tercera visita del presidente Xi a Shenzhen tras asumir el cargo de secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) en 2012, luego de la realizada en diciembre de ese año y la que concretó en octubre de 2018.

«Esta tercera visita emblemática de Xi a Shenzhen ocurre en un momento muy especial. La anterior fue en 2018, con motivo del 40 aniversario del proceso de reforma y apertura, cuando el conflicto con Estados Unidos estaba iniciando. Ahora lo que tenemos en este 2020 es un conflicto que se ha agravado por la política exterior cada vez más agresiva, aislacionista y proteccionista del presidente Donald Trump, en el contexto de una pandemia que ha generado una crisis sin precedentes», comparó el analista.

El experto subrayó que el liderazgo de China, y de Shenzhen como modelo de apertura, cobra un valor especial, no solamente para China, sino para el mundo.

«El desafío es doble, por los desafíos propios de profundizar las reformas, ahora en un contexto internacional sumamente adverso. Lo que el presidente Xi está planteando es que pese a todos esos desafíos, el proceso de la reforma y apertura no tiene fin y se seguirá profundizando, independientemente de las amenazas que se le planteen a China», resaltó el experto.