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A 75 años de la Segunda guerra sino-japonesa, la Agencia Xinhua entrevista a Patricio Giusto sobre su legado presente

La nota transcripta a continuación fue publicada originalmente por la Agencia Xinhua el 4 de septiembre del 2020, disponible en este enlace.

China exhíbe una gran responsabilidad global al abogar por una paz mundial duradera en un contexto internacional de incertidumbre, mientras mantiene su espíritu de resistencia ante agresiones en la nueva era y se esfuerza por lograr el rejuvenecimiento nacional, destacó este jueves el académico argentino Patricio Giusto.

«China siempre ha bregado por la paz y ha puesto por encima este valor ante los conflictos o guerras en que debió involucrarse por causa de una agresión extranjera. Debemos siempre recordar que las luchas en las que se involucró China fueron de resistencia ante la agresión de otras potencias», enfatizó el profesor visitante en la Universidad de Zhejiang durante una entrevista con Xinhua.

El diálogo se produjo en el marco del 75º aniversario de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y de la Guerra Mundial Antifascista, hecho que Giusto describió como «uno de los momentos más importantes de la historia de China».

«El legado de China no es solamente la resistencia, por tratarse de una agresión brutal y salvaje, en desigualdad de condiciones, con tantas víctimas y daños económicos incalculables. El legado radica también en que China siempre ha bregado por la paz, remarcando que ninguna fuerza va a ser capaz de doblegar al pueblo chino y mucho menos de intentar reescribir o pervertir la historia», subrayó el analista.

El director del Observatorio Sino-Argentino sostuvo que el desarrollo y ascenso pacífico de China que se viene proponiendo por parte del gobierno chino desde hace ya muchos años es sin dudas una realidad, algo que China no solamente muestra a través de discursos, sino que lo constata a través de la promoción de la cooperación internacional.

«Esto se demuestra por ejemplo en el contexto de la pandemia de la COVID-19. China es la principal potencia que está asistiendo al resto de los países y regiones del mundo con material sanitario y apoyo científico. Un claro ejemplo es el caso del laboratorio Sinopharm Group, que está ya cooperando con Argentina para el desarrollo de una vacuna», puntualizó el académico.

El director de la consultora Diagnóstico Político añadió que «ese desarrollo pacífico está materializado en una diversidad de dimensiones, pues hay que sumar los intercambios económicos, culturales, académicos, para la mejora de las relaciones de China con los demás países y regiones, contribuyendo a un desarrollo que no sólo beneficia a China, sino también a todos los países con los que tiene relaciones cooperativas».

«La contracara es Estados Unidos, con su aislacionismo y proteccionismo, con el intento de trabajar de manera unilateral con una vacuna contra la COVID-19, abandonando a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es un clarísimo contraste entre dos posturas en el marco de la pandemia», afirmó.

Giusto consideró «absolutamente comprensible, lógico y respetable que China indique que jamás va a permitir que una fuerza externa socave su vida pacífica y los derechos de desarrollo del pueblo chino. Ese es el derecho que tienen todas las naciones del mundo a estar exentas de cualquier tipo de injerencia extranjera en sus asuntos internos».

«China muchas veces en su historia ha sido víctima de esto, ha sido invadida por grandes potencias y ahora, justamente que ha recuperado una posición de mucha importancia, de centralidad en el mundo, es lógico y razonable que quiera sostener su autonomía e independencia, sin que ninguna otra fuerza pretenda involucrarse en sus asuntos», remarcó el profesor universitario.

El entrevistado valoró especialmente la responsabilidad global que exhíbe China al abogar por una paz mundial duradera, aclarando que estamos en un momento donde la paz se vuelve una cuestión especialmente crítica y delicada por los efectos sanitarios y económicos de la pandemia y que el mundo está atravesando una de las peores crisis de la historia, donde «la cuestión de la paz es algo para cuidar y resguardar con especial atención».

«Tenemos que evitar los juegos beligerantes, la agresividad, que por ejemplo países como Estados Unidos están mostrando, jugando a la guerra en el Mar Meridional de China, escalando las relaciones diplomáticas y las disputas en términos económicos y tecnológicos. Esto es muy peligroso, por las consecuencias que podrían derivarse de una mayor inestabilidad en la relación entre las dos principales potencias», dijo.

La responsabilidad que exhíbe China hace esperar que Estados Unidos esté a la altura de las circunstancias y también exhíba esa misma responsabilidad, poniendo la paz por encima de intereses, ideologías y reclamos, señaló el analista.

El politólogo también destacó la postura de China de propiciar la cooperación, dejando a un lado los intentos de crear una llamada «nueva Guerra Fría».

«La mentalidad de una ‘nueva Guerra Fría’ es algo que tenemos que desterrar completamente de las relaciones internacionales en este contexto tan delicado, sobre todo porque esa mentalidad está basada en prejuicios y en ideología, pero no en realidades. No hay ‘Guerra Fría’, porque no hay dos bloques que amenazan la existencia del otro con posturas irreconciliables. Eso no existe», concluyó el analista.

Nota: la foto que ilustra esta noticia es de autoría de Sha Fei (1921-1950)